XXXI

¿Qué haré 
cuando el viento
arremoline
los cabellos
y golpee
el pecho?

¿Qué haré 
cuando partas con él
como un pájaro orgulloso
hacia un nuevo porvenir?

¿Qué haré
cuando no me hables
desde el susurro imperceptible
de tus árboles en verano?

¿Qué haré 
cuando no me arrulles
en las olas espumantes
de tu marea alta?

¿Qué haré 
cuando luego del alba el sol
enceguezca y no esté
tu mirada para guiarme?

¿Qué haré
cuando no pueda cantarte
porque te hayas llevado 
mi última palabra?

Gabriela Álvarez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó, es un poema interesante y bello.

Gabriela Álvarez dijo...

¡Me alegra mucho que te haya parecido eso, gracias por tomarte el tiempo de comentarnos!
Gabriela