Los pensamientos cruzaban indecorosos recuerdos y amaneceres sin despertar.
Por la mañana los pasos del silencio ensombrecieron el día y colmaron la habitación de un vago presentimiento.
La salida de una, la permanencia de otro... y ese silencio acechante de años mediando entre ambos. Supuesta indiferencia, eterna vacilación... en verdad fue cierta espera.
Espera de ese día de separación.
Gabriela Álvarez
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